¿Cuánto vale tu trabajo?

Los ingresos que cada persona devenga van en proporción al valor que su trabajo agrega a la Economía, y es ésta la que determina cuál es la retribución apropiada por sus servicios, experiencia y conocimiento, y establece que ciertas personas, de acuerdo con su trabajo, ganen diez dólares por hora y otras un millón de dólares al año. Esta premisa nos lleva a otra aún más importante y es que las dos se encuentran justo donde desean encontrarse ya que cada individuo, consciente o inconscientemente, no sólo se encarga de poner un precio a su trabajo, sino que es como si llevase una etiqueta invisible colgada al cuello en la cual le comunica al mercado cuales son sus expectativas salariales.

Todos tenemos la posibilidad de determinar nuestros ingresos; tanto empresarios, como vendedores que trabajan con base en comisiones, o empleados. Todos ellos determinan los ingresos que desean generar al ejercitar su libertad de decidir dónde y en qué trabajan, qué aprenden y cómo invierten su tiempo, dinero y esfuerzo. Lo triste es que ante esta gran opción que todos tenemos, tantas personas opten por devengar entradas que no les permitan tener el estilo de vida del cual quisieran gozar.

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